Griegos y Romanos '09-'10

Edipo llegó a Delfos, donde el oráculo le vaticinó que mataría a su padre y casaría con su madre.





Aterrorizado, se desterró voluntariamente y al llegar a Tebas, se encontró con una esfinge, monstruo mitad león mitad mujer, que planteaba enigmas a los viajeros tales como: "Son dos hermanas, una de las cuales engendra a la otra y, a su vez, es engendrada por la primera"-(respuesta: el día y la noche) y devoraba a los que no sabían responderlos. Ningún tebano había sabido responder pero Edipo sí que lo logró y la arrojó al abismo.

Al librar a Tebas de la esfinge se ganó el favor de toda la ciudad y como agradecimiento le dieron en matrimonio a la viuda de Layo, Yocasta, y lo elevaron al trono. Sin embargo, en un determinado momento, las heridas de sus tobillos revelan su identidad a Yocasta.




-Esta versión fue modificada por Sófocles- Una plaga llegó a Tebas y Edipo mandó a Creonte, mensajero, a interrogar al oráculo, el cual le dice que hasta que la muerte de Layo no sea vengada no cesará. Entonces Edipo maldice al autor del crímen, maldición que acabará callendo sobre sí mismo.




Éste interroga a Tiresias, que conoce todo el drama y trata de evitar la respuesta por lo que Edipo supone que éste y Creonte son los homicidas, creándose un altercado entre Creonte y Edipo, a los cuale interrumpe Yocasta, poniendo en duda la clarividencia de Tiresias y expuso sus pruebas: el vaticinio pronunciado en otro tiempo respecto al hijo de Lago, hijo que había expusto por temor a que le matase.



Y sin embargo, layo murió en una encricijada a manos de unos bandidos. Al oír este tetimonio, Edipo, mandan que le describan la encrucijada, el carruaje y el lugar y no tardó mucho en apresarle una gran duda: ¿No seré YO el culpable?, por lo que ordenó que le trajeran a uno de los criados de Layo que fue testigo de su muerte y éste resultó ser, precisamente, el pastor que por orden de Layo, abandonó a Edipo a su suerte. En ésto llega un mensajero y le dice a Edipoque Pólibo ha fallecido, rogándole que ocupe su trono. Edipo y Yocasta creen que la amenaza del oráculo ha desaparecido tras la muerte natural de Pólibo.


Pero aún quedaba otra amenaza: ¿No cometería Edipo el riesgo de cometer incesto con la esposa de Pólibo? Para su tranquilidad, el emisario le dice que es un noño expósito y que Pólibo no era su padre, de manera que no le quedó otra que rendirse a la evidencia.




Además, el relato de cómo fue encontrado el niño no deja duda a Yocasta;su propio hijo ha matado a su padre y ella ha cometido incesto con él. Entonces, ésta se precipita al interior del castillo y se suicida, y Edipo, finalmente, se perfora los ojos con el prendedor de Yocasta.


BIBLIOGRAFÍA: Pierre Grimal, Diccionario de mitología griega y romana, editorial Paidós.